Vista de la ciudad de Mendoza, Argentina

UNA OPORTUNIDAD DE SALIR DE LA NADA

Una situación dramática que dio vuelta nuestras vidas y significó un comenzar de nuevo con dolores y angustias, trajo también consigo una impresionante oportunidad de poner en juego nuestro YO.
Silvia Barbuzza

Queridos amigos: quería compartir con Uds. los dones que como comunidad vivimos durante la pandemia y los increíbles frutos que el espíritu suscitó en nosotros a través del carisma de Don Giussani. Una situación dramática que dio vuelta nuestras vidas y significó un comenzar de nuevo con dolores y angustias, trajo también consigo una impresionante oportunidad de poner en juego nuestro YO en este encuentro humano que se convirtió en nuestra casa y compañía más que nunca antes. Surgieron una creatividad y energías impensadas a través de las cuales no solo seguimos con las escuelas de comunidad a la distancia por zoom, sino que la comunidad se agrandó con la presencia de personas que hacía años no participaban y gracias a la tecnología y al deseo de cercanía humana comenzaron a compartir nuestras escuelas. Un milagro de la pandemia. Lo que para todo el mundo era una catástrofe para nosotros se convirtió en una oportunidad de salir de la nada, de ganarle al pesimismo.

No solo siguieron las escuelas de comunidad con más fuerza que nunca, sino que después de 20 años pudimos comenzar una caritativa como comunidad. ¡Quién lo hubiera dicho! Cuando todo el mundo se retraía en sus casas, nosotros salíamos al Hospital de Niños de Mendoza a colaborar con la Pastoral de la salud del Jesús Misericordioso llevando alivio y la compañía de la carne de Cristo a los más necesitados. Todo empezó con la invitación de una amiga de la secundaria que colabora en el hospital y a través mío y de la propuesta de una amiga del movimiento surgió la caritativa como comunidad. ¡Los caminos del Señor son ciertamente misteriosos! Como dice don Giussani: "No son los hombres mejores quienes forman parte de esta compañía; precisamente por esto es por lo que resulta evidente el milagro de la comunicación del Señor que ha ocurrido en nuestra vida".

Es un nuevo inicio cada día. Es la humanidad de Cristo que nos renueva y entusiasma a nosotros y a otros a vivir más humanamente.